Cómo fracasar, un decálogo
Creo que fracasar no es tan fácil como se nos hace creer y que además está infravalorado. Justo empiezo a escribir esto en
una habitación de hotel en Oviedo, dentro de unas horas, debería dar una
charla, pero tengo una contractura cervical y creo que no vaya a salir mucho de
esta habitación de hotel.
Casi dos años de trabajo, tanto mía como de otras personas, viajes, mucho dinero para presentar en un día, en unos
minutos delante de expertos y ahora, estando a 500 metros del sitio no lo puedo
hacer.
Esta experiencia me hace sentirme
un poco fracasado, no es que antes no me sintiera así nunca antes, solo que
ahora me siento así.
Así que, con mis mareos y dolor
de cabeza me dedico a pensar cómo debe uno fracasar.
Primero, no es el fin del
mundo, lo que a mí me parece un fracaso a otra persona no lo es. Todo tiene un
peso relativo.
Segundo, aprender. Hay
que ser previsor.
Tercero, contar con gente
que te apoye (o conocer quienes son), ya sea familia, amigos, jefes, compañeros de trabajo, pareja,
médicos… y tener claro, que la mayoría de la gente tiene buenas intenciones (aunque
por ahí hay un 5% de psicópatas), así que aunque este ante un desconocido este
será muy receptivo.
Cuarto, reconócelo y no te
avergüences de ello. Probablemente a nadie le importe, o puede qué si, e incluso
quieran aprender de tu experiencia. A fin de cuentas no todos han tenido la inigualable experiencia de fracasar en lo mismo y es posible que no les apetezca.
Quinto, intenta convertirlo en
una ventaja. Yo he intentado salir a hacer turismo, pero la verdad es que no he
llegado muy lejos. Pero debo decir que la manzana alrededor del hotel en el que
me hospedo tiene unas vistas preciosas.Puedes ver la foto.
Sexto, el fracaso no es eterno,
dentro de dos años no me acordaré y si lo hago será en plan gracioso.
Séptimo. Probabilísticamente no
se puede fracasar siempre en todo. Los gafes no existen.
Octavo. Fracasar te hace valorar
más el resto de cosas.
Noveno. Paciencia, para aprovechar la próxima oportunidad. Ya estoy
deseando tener otra oportunidad para desquitarme.
Décimo. Reflexiónalo pero no
demasiado.
Autohaciendome caso de esto último me voy a la cama. Total, ahora tendrán 30 minutos más para descansar mis hipotéticos oyentes.
Pues al final he hecho la presentación y todo ha ido bien.
ResponderEliminarTu hipotético fracaso no lo ha sido. En el caso de que no la hubieras hecho tampoco lo habría sido. Porque siempre te llevas más cosas positivas de esta experiencia que negativas: ver una ciudad nueva, asistir a parte del congreso, preparar tu presentación meses antes con una fecha límite que te haga terminarlo y tener una perspectiva final sobre tu proyecto. También darte cuenta de que el mundo no se acaba si no sigues al dedillo tu plan previamente establecido. En cualquier caso, felicidades por superarte a ti mismo y por ese sobresfuerzo que aventuro habrás hecho. El esfuerzo y la profesionalidad siempre se valora.
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